¡Hola arqueo inquietos!
En las últimas entradas del blog os hemos ido contando principalmente el trabajo de campo que estamos realizando en varias áreas de la península Ibérica. Hoy vamos a contaros la parte más «informática» del mismo.
Además de los datos recogidos durante las prospecciones, empleamos datos procedentes de bases de datos de otros proyectos y propias. La primera de ellas es la realizada durante la tesis doctoral de Leticia, que recoge todos los yacimientos con cronología tardoantigua (al menos una de sus fases) para el espacio comprendido entre el Ebro medio y la cadena montañosa de los Pirineos. La segunda, realizada por el profesor André Carneiro, reúne información de yacimientos del Alto Alentejo. La tercera, en curso de realización, recoge datos de los yacimientos arqueológicos situados en la sierra de la Tesla (se nutre de informaciones de la carta arqueológica y de datos de intervenciones arqueológicas realizadas por José Ángel Lecanda durante los años 90).
Estos tres corpus, que serán la base inicial de la investigación, tienen varios problemas ya que no recogen las mismas informaciones (algunas bases de datos ofrecen descripciones, otras emplean códigos, no se emplean los mismos términos para las tipologías, los datos espaciales están en sistemas de coordenadas diferentes, etc.). Homogenizar todos los datos para poder trabajar con todos ellos y hacer comparaciones entre ellos. Además, dado que trabajamos con un corpus muy heterogéneo, la incertidumbre y la imperfección de los datos juegan un papel fundamental y la búsqueda de una forma de gestionarlo se torna esencial.
Para la gestión de la imperfección (en la bibliografía se suele emplear también el término «incertidumbre», aunque esto lo explicaremos detalladamente en otro post), nos basaremos en el trabajo que estamos realizando junto a Carlos Barranco (UPO) y César González Pérez (Incipit-CSIC). La lógica difusa será nuestra aliada. Y os preguntaréis, ¿para qué sirve la lógica difusa? Permite representar el conocimiento de tipo lingüístico cualitativo en un lenguaje matemático, considerando el grado de pertenencia de un elemento a un conjunto expresado en la posibilidad de pertenencia. La lógica difusa permite, precisamente, medir ese grado de posibilidad de pertenencia de un elemento a un conjunto dado. Pues el lenguaje en sí es vago y la vaguedad invalida la lógica clásica, pues no podemos incluir en los valores “verdadero” (1) o “falso” (0) de muchas de las expresiones semánticas. La lógica difusa permite medir el grado de proximidad a un valor verdadero o falso en valores infinitos distribuidos entre el 0 y el 1.
Esta propuesta la desarrollamos (prueba de concepto) con motivo de la realización del TFM del Máster en Historia y Humanidades Digitales de la UPO en el curso 2020-2021. Actualmente, y dentro del proyecto Dynat-Inc, estamos implementando su uso a la base de datos relacional del proyecto.
¿Queréis saber más acerca de este enfoque que planteamos? No os perdáis nuestras actualizaciones en las redes sociales.
¡Que tengáis un estupendo día!