¿Periodo de transición? La Antigüedad tardía

¡Hola arqueo inquietos! Esperamos que estéis pasando unos buenos días de inicio de año y que tengáis salud. Nosotros hemos pasado unos días confinados, pero ya vamos remontando. Así que hoy os traemos un nuevo post. Esta vez vamos a profundizar en un concepto muy debatido, el de Antigüedad tardía. No queremos entrar en polémicas, así que haremos una entrada explicando las diferentes propuestas y porqué nosotros nos decantamos por una horquilla cronológica y no otra.

Como sabéis, nuestro estudio se sitúa entre los siglos III d.C. y VII d.C. En ese momento, a inicios del siglo III d.C., comienza, para algunos autores (no hay unanimidad en el inicio de este periodo, retrasando algunos su comienzo al siglo IV d.C.), una nueva etapa de transición entre el mundo romano y la Edad Media denominada Antigüedad Tardía. En ese mismo siglo, comienza el Dominado (última fase despótica de gobierno del Imperio romano, después del Principado) y, para ciertos investigadores, la tradicionalmente conocida como “crisis del siglo III”.

Se trata de un periodo que discurre a lo largo del Bajo Imperio y que supone el comienzo de la transición hacia una nueva etapa histórica, la Edad Media, pues como bien señala G. Zecchini (2015: p. 41), la Antigüedad Tardía se introduce por “un changement de religion, du paganisme au christianisme […] et est achevée par un second changement de religion, du christianisme à l’islamisme”. Es precisamente la religión, uno de los factores que va a delimitar este periodo histórico.

Línea del tiempo donde se muestra la extensión de los diferentes periodos

Al igual que desde un punto de vista histórico es un periodo de transición, climáticamente también lo es, y presenta una gran complejidad ambiental (Leunda Esnaola, M.: 2013: p. 37 y 43; Martín-Puertas, C. et al.: 2009: p. 915; Pérez Sanz, A. et al.: 2011: p. 28). Entre el 150 d.C. y el 450 d.C. se documenta un periodo “of climate disorganization” denominado por K. Harper como “Roman Transitional Period” (Harper, K.: 2017: p. 15). A finales de esta etapa, en el siglo V d.C., se entra en un periodo frío climáticamente (el denominado “Late Antique Little Ice Age”), etapa que concluye aproximadamente en el 750 d.C. y que como su propio nombre indica se caracteriza por un notable descenso de las temperaturas. Esta etapa finaliza hacia el año 900 d.C., cuando se inicia el Periodo Cálido Medieval.

Los límites cronológicos de esta Antigüedad Tardía han sido establecidos de manera general, a nivel europeo, entre el siglo III d.C. y el año 1000 d.C., si bien en función de los autores la delimitación temporal presenta una gran variedad de fechas al depender su fijación de las características propias del área geográfica analizada (Cordero Ruiz, T.: 2013: p. 21). P. Brown, líder de una corriente histórica continuista, inicia la tardoantigüedad en el siglo III d.C., haciéndola terminar en el siglo VIII d.C. con el fin de la dinastía merovingia (751 d.C.) (Brown, P.: 1971), mientras que J. Knight sitúa el fin de la Antigüedad en el siglo VII d.C. al considerar como criterio principal el declive de la parte sur del Imperio.  G. Zecchini sostiene que es a partir del IV cuando se produce un cambio, fundamentalmente religioso, terminando esta etapa a mediados del siglo VII d.C. (Zecchini, G.: 2015: p. 40).

Para el caso Hispano, hay un alto consenso para la fecha que marca el final de esta etapa, fijándose ésta, de manera general, en el inicio de las invasiones musulmanas (Besga Marroquín, A.: 2009; Cameron, A.: 2010; Cordero Ruiz, T.: 2013; Escribano Paño, M. V., & Fatás Cabeza, G.: 2001; Paz Peralta, J. Á.: 2001). No así para el inicio del periodo. Para C. Witschel (2009: p. 474) comienza a finales del siglo III d.C., mientras que A. Cameron (2010: p. 10) lo retrasa a comienzos del siglo IV d.C., estableciendo ambos el final con las invasiones musulmanas.

En nuestro caso, consideramos que el proceso de transformación se inicia en algún momento del siglo III d.C., posiblemente en la ya mencionada fecha del 235 d.C., o quizás a finales del siglo anterior, como han apuntado algunos investigadores, tomando con ello dicha centuria de referencia en nuestro trabajo. Para el final del periodo, siguiendo la línea marcada por G. Zecchini, fijamos su final en el siglo VII d.C., cuando comienza una nueva etapa histórica marcada por la invasión musulmana pocos años después y la introducción de una nueva realidad religiosa (Zecchini, G.: 2015: pp. 40–41). Dada la complejidad de contar con dataciones precisas en nuestro estudio (Remitimos a un post anterior), hemos considerado todos aquellos yacimientos con alguna fase de ocupación entre el siglo III d.C. (completo) y finales del siglo VII d.C. (700 d.C.).

            ¡Esperamos que os haya gustado esta pequeña reflexión! Y si queréis profundizar sobre la Antigüedad tardía, os aconsejamos algunas obras que comentamos ya en un post anterior.

Bibliografía

Besga Marroquín, A., (2009), La época de los reinos germánicos ¿antigüedad tardía o primera edad media?, Letras de Deusto, 39 (122), 9–50.

Brown, P., (1971), The World of Late Antiquity: AD 150-750. Thames and Hudson.

Cameron, A., (2010), El mundo mediterráneo en la Antigüedad Tardia: 395-600. Barcelona: Crítica.

Cordero Ruiz, T., (2013), El territorio emeritense durante la antigüedad tardía (siglos IV-VIII) : génesis y evolución del mundo rural lusitano. Instituto de Arqueología de Mérida.

Escribano Paño, M. V., & Fatás Cabeza, G., (2001), La Antigüedad Tardía en Aragón (Colección). Zaragoza: Aragón, Caja de Ahorros de la Inmaculada de.

Harper, K., (2017), The fate of Rome : climate, disease, and the end of an empire. New Jersey.

Leunda Esnaola, M., (2013), Caracterización ambiental del Holoceno reciente en el Ibón de Marboré, Huesca, Pirineo Central. Primeros resultados del Análisis Palinológico. Zaragoza.

Martín-Puertas, C., Valero-Garcés, B. L., et al., (2009), La paleolimnología en la gestión de los humedales: la laguna de Zoñar, In J. A. López-Geta & J. M. Fornés Azcoiti (Eds.), La geología e hidrogeología en la investigación de humedales (pp. 199–214). Madrid: Instituto Geológico y Minero de España.

Paz Peralta, J. Á., (2001), La Antigüedad tardía, Caesaraugusta, 752 , 539–592.

Pérez Sanz, A., González-Sampériz, P., Valero-Garcés, B. et al., (2011), Clima y activiades humanas en la dinámica de la vegetación durante los últimos 2000 años en el Pirineo Central: el registro palinológico de la Basa de la Mora (Macizo de Cotiella), Zubía, 23 , 17–38.

Witschel, C., (2009), Hispania en el siglo III, In Hispaniae. Las provincias hispanas en el mundo antiguo (pp. 473–503).

Zecchini, G., (2015), L’Antiquité Tardive : périodisations d’un âge noir et heureux, In S. Ratti (Ed.), Une antiquité tardive noire ou heureuse? : actes du colloque international de Besançon (12 et 13 novembre 2014) (pp. 29–41). Presses Universitaires de Franche-Comté.

Publicado por Leticia Tobalina-Pulido

Doctora en Arqueología por la Universidad de Navarra y la Université de Pau et des Pays de l'Adour. Miembro de la Casa de Velázquez-EHEHI (2021-2022). ¡Actualmente desarrollando el proyecto Dynat-Inc junto a un equipo genial! https://www.casadevelazquez.org/es/investigacion/investigadores/leticia-tobalina-pulido/

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