Es un término que hace referencia, en un sentido amplio y difuso, a rodo cambio que implica una dimensión espacial; esto implica considerar los componentes del espacio en su movimiento y en su duración (Bavoux, J. J., & Chapelon, L.: 2014). Hemos optado por este término porque la dinámica, desde el punto de vista de la geomática, “[…] est la branche d’une science qui étudie les choses dans leur mouvement, leur devenir. Le terme est également utilisé pour décrire les variations d’un phénomène dans le temps, en identifiant les processus qui en sont la cause” (Cheylan, J.-P. et al.: 1999: p. 15). Es decir, se encarga del estudio no solo de los cambios sino también de los agentes que los producen y cómo estos tienen lugar en el tiempo. Un modelo dinámico permite probar las hipótesis sobre los mecanismos de cambio y los diferentes escenarios posibles de su evolución (Cheylan, J.-P. et al.: 1999: p. 15). El término dinámica, “renvoie donc d’un côté à des déroulements, reflétant une certaine régularité, une reproduction et une accumulation des mêmes au cours du temps et, d’un autre, à des variations qui peuvent affecter les processus eux-mêmes au cours du temps” (Sanders, L., Gautier, D., & Mathian, H.: 1999: p. 35).
¡Hola arqueo inquietos! Como sabéis, una de las cuestiones clave del proyecto son las dinámicas espaciotemporales del poblamiento. Así que en este post vamos a hablar un poquito de ese concepto, cuyo origen tenemos que buscarlo en la Geografía humana.
En nuestro caso, la dinámica puede ser espacial o temporal. En el primero de los casos, a pesar de la existencia todavía de algunas sombras (dudas sobre la efectividad de las técnicas, principalmente) “el análisis arqueológico del espacio, el territorio o el paisaje se ha consolidado en la Arqueología española” (Pastor, S., Murrieta Flores, P., & García Sanjuán, L.: 2013: p. 14), siendo la situación actual del estudio de la dimensión espacial de las sociedades pasadas bastante positiva. Pese a todo, todavía queda mucho por hacer en este campo ya que “se constata que todavía no se ha producido una universalización del interés por el estudio de la dimensión espacial de la conducta humana pasada, o que en algunos casos se produce un uso de la terminología que no se corresponde con el tipo de aproximación planteada” (Pastor, S. et al.: 2013: p. 14). Debido a ello, conviene precisar aquí qué entendemos por dinámicas espaciales. El estudio de la dinámica puede apoyarse en cuatro lógicas diferentes:
- La modificación de la posición relativa de unos sitios con respecto a otros, el cambio de las interacciones espaciales que modifican el sistema espacial. Por ejemplo, un asentamiento que en época altoimperial está situado en el llano, en época tardía está situado en altura.
- El cambio de las diferenciaciones espaciales que ponen en marcha por ejemplo la difusión
- El cambio cualitativo de los lugares, por ejemplo, de función (Remitimos a: Lévy and Lussault, 2013, 304; López Trigal et al., 2015, 189). Por ejemplo, la transformación de una villa en un poblado medieval.
En Geografía, este término se emplea para hacer referencia a los cambios acaecidos en el territorio, a su evolución y transformación, tanto en los aspectos naturales como culturales, pero también en relación con las migraciones (tanto del resultado de estas, como de los propios flujos de población).
Son los cambios, evoluciones, que podemos remarcar en un espacio concreto durante un periodo de tiempo. Las dinámicas espaciales pueden ser positivas, por ejemplo, un lugar que atrae y concentra la población (por ejemplo, por cuestiones de riqueza), o negativas, como un lugar que expulsa población hacia otros lugares (por ejemplo, por un declive de este, una epidemia, etc.) (Lévy, J., & Lussault, M.: 2013). La localización de la población y sus actividades pueden variar, producirse una transformación jerárquica entre los diferentes asentamientos, transformarse la organización, etc. Por ello, la dinámica espacial es un proceso histórico-social que da como resultado tejidos o redes de ocupación territorial como respuesta a diferentes factores externos o internos. La diversidad de resultados que estas dinámicas nos pueden aportar, podemos plasmarlas en palabras como: cambio, evolución, transición, mutación (Sanders, L. et al.: 1999: p. 35), todas ellas empleadas como medio de conceptualizar los cambios producidos (Lévy, J., & Lussault, M.: 2013: p. 304). Por otro lado, entendemos por dinámica temporal los cambios que se producen en el tiempo de un fenómeno concreto. En nuestro caso, la evolución en el tiempo de los patrones de asentamiento.
Bibliografía
Bavoux, J. J., & Chapelon, L., (2014), Dictionnaire d’analyse spatiale. Paris: Armand Colin.
Cheylan, J.-P., Gautier, D., Lardon, S., Libourel, T., Mathian, H., Motet, S., & Sanders, L., (1999), Les mots du traitement de l’information spatio-temporelle, Revue International de Géomatique. Représentation de l’espace et Du Temps Dans Les SIG, 9 (1), 11–23.
Lévy, J., & Lussault, M., (2013), Dictionnaire de la Géographie et de l’espace des sociétés. Paris: Belin.
López Trigal, L., Fernandes, J. A. V. R., Sposito, E. S., & Trinca Fighera, D., (2015), Diccionario de geografía aplicada y profesional : terminología de análisis, planificación y gestión del territorio. León: Universidad de León.
Pastor, S., Murrieta Flores, P., & García Sanjuán, L., (2013), Los SIG en la arqueología de habla hispana. Temas, técnicas y perspectivas, Comechingonia, Revista de Arqueología, 17 , 9–29.
Sanders, L., Gautier, D., & Mathian, H., (1999), Les concepts de système spatial et de dynamique, un essai de formalisation. Le point de vue des thématiciens, Revue International de Géomatique. Représentation de l’espace et Du Temps Dans Les SIG, 9 (1).