¡Hola arqueo inquietos!
Volvemos con otro post de «experiencias». Esta vez de un experimentado arqueólogo que no sólo es colaborador del proyecto, sino un gran amigo. Conocí a Luis por azar hace algo más de un año de una manera muy «random». Él me escribió por Facebook para comentarme que le había gustado un artículo mío y que así estábamos en contacto. Cosas de la vida, empezamos a hablar y hasta hoy, convirtiéndose en uno de mis mejores amigos y un gran apoyo del proyecto.
Como os hemos dicho muchas veces, la arqueología es un trabajo de equipo y para poder seguir avanzando en la investigación, consideramos que es fundamental apoyarnos los unos con los otros, tender puentes entre proyectos y «echarnos una mano», así que nosotros tratamos de hacerlo y nos ayudamos entre nosotros para poder avanzar más y mejor en el trabajo arqueológico. Así que tras una semana en el IAM-CSIC en Mérida ayudando a Luis con el inventario de su material arqueológico, él se vino a Fronteira una semana.
Durante esa semana, Luis estuvo enseñando a los estudiantes a dibujar la cerámica (ya os podemos decir que es un gran profesor). Creo que no hay mejores palabras que las suyas para explicaros su experiencia en Fronteira (y en Mérida).
Entre los días 7 y 13 del pasado mes de marzo estuve en el municipio portugués de Fronteira colaborando con la doctora Leticia Tobalina en el estudio de materiales procedentes de Monte do Farrusco (Fronteira). Ella previamente había estado en Mérida ayudándome en el estudio de materiales de mi proyecto (ArqueoBarros. Poblamiento y paisaje en Tierra de Barros entre la Protohistoria y la Alta Edad Media, IAM, CSIC-Junta de Extremadura), por lo que podríamos decir que mi breve estancia en Portugal es resultado de la sinergia y reciprocidad de dos proyectos amigos.
Desde el punto de vista científico disfruté mucho procesando y estudiando aquellos materiales, ya que proceden de una modalidad de asentamiento romano a la que, por su humildad, generalmente los investigadores no han prestado atención, siendo ya hora de que esto se corrija, porque el estudio de estos sitios ayuda a comprender mejor la complejidad y variabilidad social y cultural del poblamiento antiguo. Pero lo que más me gustó de mi experiencia allí fue el lado humano del equipo que Leticia ha sabido formar, y en el que espero poder seguir participando no sólo para poner mi granito de arena en el proyecto científico que ella dirige, sino para reencontrarme con las amigas y amigos que allí hice.
Luis-Gethsemaní Pérez Aguilar (Investigador JdC Formación IAM-Mérida)

Esta foto refleja el buen ambiente que vivimos durante unos días en Fronteira
Y como en toda intervención arqueológica siempre hay anécdotas, nosotros también tuvimos la nuestra…. El primer día que llegamos al alojamiento nos quedamos encerrados en la habitación porque la llave se quedó atascada por dentro…. así que tuvimos que salir por la ventana, sacar todo el equipaje por el mismo sitio y cambiar de habitación. Menos mal que el alojamiento era un bajo a ras de suelo jajajaja. En la vida lo importante es tener historias que contar….
Esperamos que os haya gustado el testimonio de Luis y os dejamos algunas fotos de su paso por Fronteira y de mi paso por Mérida. Y si queréis conocer su proyecto, «Arqueobarros», os animamos a seguir sus redes sociales:



