En los primeros años de mi tesis doctoral tuve la oportunidad de participar en el proyecto POEM de la Université de Pau et des Pays de l’Adour (2013-2017). Así, la frecuentación de las cuevas en época romana y tardorromana, fue uno de los aspectos que tuve la suerte de trabajar durante esos años. De manera general, los niveles prehistóricos en cueva han gozado de mayor atención por parte de la historiografía; los materiales y niveles romanos y posteriores no han sufrido, sin embargo, la misma suerte. Así, durante dicho proyecto, pudimos realizar una base de datos con las cuevas en las que se había localizado material romano y tardorromano en el área pirenaica occidental (Navarra, Aragón y Aquitania).
Las cuevas han sido consideradas muchas veces como asentamientos secundarios o enclaves marginales dentro del entramado del poblamiento romano, llegando incluso las investigaciones a dejar de lado este fenómeno. Por otro lado, a mediados del siglo XX, con motivo de la corriente “catastrofista” imperante sobre el final del Imperio romano, su inclusión en los estudios cobró fuerza dentro del sistema de crisis configurado a partir de las fuentes literarias (Buisson 1991 ; Utrilla & Laborda 2014). Las cuevas pasaron entonces a ser consideradas como refugios en periodos de inestabilidad.
Así, la bibliografía específica sobre la frecuentación de cavidades naturales en época romana y posterior es limitada (Quirós Castillo & Bengoetxea Rementería 2010 ; Fanjul Peraza 2011b, 97 ; Pérez-Rama et al. 2015, 109) si se compara con la gran cantidad de literatura dedicada a las cavidades ocupadas en época prehistórica o protohistórica. Se trata de un tipo de yacimiento que resulta complicado de comprender (escasa materialidad, materiales hallados en excavaciones antiguas centradas en el periodo prehistórico, materiales revueltos sin estratigrafía, falta de dataciones), si bien cada vez tenemos mejores datos arqueológicos que nos permiten, al menos, descartar algunas hipótesis.
Una de las interpretaciones más «evidentes» por su materialidad característica es el de las cuevas sepulcrales o con fines funerarios. En algunos casos no contamos con dataciones C14 para los huesos, pero el contexto arqueológico, así como los materiales asociados, parecen poner en relación los restos humanos con el periodo tardorromano; en otros casos es posible que estemos ante cuevas sepulcrales de la Edad del Bronce. Este tipo de yacimientos, para época tardoantigua, ha sido ampliamente estudiado por J.A. Hierro-Gárate en su tesis doctoral (2022).
Pero si hay una interpretación que ha sido continuamente repetida en la historiografía es la que vincula este fenómeno con las invasiones bárbaras o los «momentos de inestabilidad» del final del Imperio. Así, son dos las explicaciones dadas para fundamentar esta interpretación: una evasión a las cuevas ante la despoblación de los núcleos poblacionales [1], siendo en este caso un lugar de habitación, o la “huida” a las grutas ante el terror por las invasiones bárbaras [2] y, por tanto, estaríamos ante una frecuentación en un momento puntual.
Otra corriente historiográfica es la que vincula la presencia de gentes en estos enclaves durante la Antigüedad Tardía a las actividades agropecuarias y al desarrollo de la ganadería durante el Bajo Imperio (Fernández-Posse 1979). Esta corriente ha tenido bastantes adeptos entre los investigadores, como C. Mas Florit quien, para la isla de Mallorca propone, entre las explicaciones posibles al fenómeno, una posible relación con actividades de pastoreo (Mas Florit 2013, 224). La misma línea sigue el estudio realizado por M. Rubio para la Subbética Cordobesa, explicando que los “pastores que subían el ganado a las zonas más altas de la sierra, y […] tenían en la cueva lo justo para pasar el día fuera de casa” (Rubio 2014, 219). Un paso más en este sentido dio A. Fanjul al acuñar el término “cueva-braña” para referirse a aquellos “espacios con ocupaciones domésticas no muy intensivas, dentro de entornos inmediatos, de usos económicos mayoritariamente ganaderos” (Fanjul Peraza 2011, 97) de los que se documenta una frecuentación/ocupación desde época tardorromana. Si bien podemos considerar estas dos interpretaciones como las más repetidas por la bibliografía, también se han mencionado otras muchas, entre las que destacamos: lugar de vigilancia, escondite de tesoros, control de paso o escondrijo de bandoleros (Utrilla & Laborda 2014, 696).
Hasta aquí una pequeña introducción a la frecuentación de las cuevas en época tardorromana. En próximos post iremos profundizando sobre la materialidad que encontramos y la presentación de algunos casos que hemos estudiado en los últimos años.
Si queréis ampliar información sobre esta cuestión, además de la bibliografía del post, os dejo los links a algunos de los artículos que hemos publicado sobre el tema, por si queréis echarles un vistazo.
- 2015. Fréquentations des grottes durant l’époque romaine. https://revistas.unav.edu/index.php/cuadernos-de-arqueologia/article/view/2785
- 2016. Historiografía, metodología y problemática en el estudio de la frecuentación de las cuevas naturales en época romana entre el Ebro y el Garona. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7623296
- 2023. Natural cave usage in the Late Roman Empire. Shelter in times of instability?https://www.aranzadi.eus/fileadmin/docs/Munibe/maa20227307.pdf
Bibliografía
Buisson, A. (1991). Les grottes-refuges d’époque romaine dans le Jura méridional et les Alpes du Nord françaises (départements de l’Ain, Isère, Savoie, Haute-Savoie). In Actes du colloque Peuplement et exploitation du milieu alpin (Antiquité et Haut Moyen Age), Belley 2-4 juin 1989). (pp. 51–66). Caesarodunum.
Fanjul Peraza, A. (2011). Las últimas cuevas. La ocupación histórica de las cuevas astur-leonesas.
Fernández-Posse, M. D. (1979). Informe de la campaña en la cueva de Arevalillo (Segovia). Noticiario Arqueológico Hispánico, 6, 51–87.
Hierro Gárate, J. Á. (2022). El uso funerario de las cuevas en época visigoda (siglos VI-VIII). Universidad del País Vasco.
Mas Florit, C. (2013). El poblamiento de Mallorca durante la Antigüedad tardía: la transformación del mundo rural (ca. 300-902/903 d.C) [Universitat de Barcelona]. http://www.eraaub.com
Pérez-Rama, M., Vaquero Rodríguez, M., & Grandal-D’Anglade, A. (2015). Indicios de pastoreo extensivo en el noroeste peninsular durante el dominio suevo. Cadernos Lab. Xeolóxico de Laxe, 38, 107–134. https://www.udc.es/files/iux/almacen/articulos/cd38_art07.pdf
Quirós Castillo, J. A., & Bengoetxea Rementería, B. (2010). Arqueología III. Arqueología Medieval y Posmedieval. UNED.
Rubio, M. (2014). Vestigios de ocupación romana en cuevas naturales de la Subbética Cordobesa. Nuevas hipótesis Interpretativas. Antiqvitas, 26, 205–225.
Utrilla, P., & Laborda, R. (2014). La reocupación de cuevas prehistóricas del Prepirineo oscense en época romana. In A. Duplá Ansuategui, M. V. Escribano Paño, L. Sancho Rocher, & M. A. Villacampa Rubio (Eds.), Miscelánea de estudios en homenaje a Guillermo Fatás Cabeza (pp. 693–704). Instituto Fernando el Católico.